El porcelánico, al igual que el Silestone, es una piedra sintética creada por el ser humano. Mientras que la piedra natural surge de procesos geológicos, el porcelánico se fabrica mediante una mezcla atomizada de arcillas, feldespatos, y otros aditivos, lo que le otorga una dureza comparable a la cuarcita. Gracias a su elegancia y múltiples ventajas, se ha convertido en una opción cada vez más popular en los hogares.

Se trata de un material poco poroso, lo que le confiere gran resistencia frente a manchas y facilita su limpieza, especialmente en acabados pulidos. Su alta densidad le proporciona una dureza excepcional contra arañazos, permitiendo su instalación tanto en interiores como en exteriores. Una de sus principales ventajas frente al Silestone es su resistencia térmica: permite apoyar utensilios calientes directamente sobre la superficie. Eso sí, conviene tener en cuenta que los acabados pulidos son menos resistentes tanto a los arañazos como al calor, por lo que la elección entre pulido o mate dependerá del uso y del cuidado que se le quiera dar.

En cuanto a diseño, la variedad es enorme. Al existir diferentes marcas de porcelánico, pueden encontrarse desde acabados que reproducen con gran realismo piedras naturales, hasta colores lisos y homogéneos, ideales para quienes buscan una estética más sencilla.